domingo, 9 de mayo de 2010

Día inolvidable en tierras Salamantinas


Por fín llegó el día, y, tras un buen madrugón que mereció la pena, llegamos hasta el Santuario de la Peña de Francia. Allí nos reunimos con nuestro querido amigo, el Sacerdote Ángel Vicente, que nos acompañó durante toda la jornada.
Comenzamos cantando la Misa, que nos trajo la sorpresa de un grupo de peregrinos de Cancún, Méjico, acompañados de dos Sacerdotes, D. Angel, mejicano, y Don Eduardo, Salamantino. Compartimos la Misa con ellos, que recibieron nuestros cantos con agradecimiento y palabras de cariño. Después, una Primera Comunión de una preciosa niña cuya familia es fiel a la Virgen de la Peña, y en el principio y final de la ceremonia cantamos un Ave María y el Himno a la Virgen. Además de todo ésto, el Padre Ángel, (entre ángeles estábamos), Rector del Santuario, nos contó la historia de la imagen de la Virgen y del Santuario, haciéndonos reír en muchas ocasiones por su forma de relatarla... Es este Religioso ejemplo claro de felicidad, a pesar de vivir los largos y duros inviernos en la soledad de la montaña... soledad relativa, pues le acompaña su Virgen, y con eso tiene más que suficiente. Y esa jovialidad que nos regaló, también contribuyó a que el día fuera aún más gratificante.
Al salir, la niebla y el frío no consiguieron enfriar nuestro ánimo, pues lo más importante lo llevábamos bien adentro, a resguardo de las inclemencias: nuestra emoción por la compañía de la Virgen y de nuestro querido Ángel...
Después, una comida realmente estupenda para reponer fuerzas; nuestro compañero Ramón leyó en voz alta a D. Ángel unas palabras de agradecimiento y cariño sincero, y le entregamos un presente que esperamos le sirva para recordar este día y que aquí tiene a un grupo de amigos que le quieren de verdad. Un reloj que marcará el paso del tiempo, muchos años de vida y amistad verdadera.
Luego, visita al precioso pueblo de La Alberca, (delicias de cerdo ibérico incluídas) y terminamos tomando un café en la preciosa Abadía de los Templarios.
Fue un día inolvidable, estas largas reuniones dan unión a nuestro grupo y sirven para apreciar lo importante que puede llegar a ser la Música y la Amistad.
Teníamos muchas ilusiones depositadas en esta salida, y esas ilusiones se han visto cumplidas con creces.
Don Ángel es una de las personas más importantes que se han cruzado en nuestra vida, porque posee la mejor de las virtudes: una sencillez que le hace aún más grande. Conocer a personas como él nos hace creer en el ser humano.