sábado, 12 de diciembre de 2009

Dulces fiestas

Quizá no tenga mucho que ver con la Música... pero es también un placer y además, un placer divino. Me refiero a los dulces de convento. En nuestro coro, tenemos la costumbre de tomar de vez en cuando algún dulce acompañado de un moscatel o mistela... Ayer celebramos que podemos seguir juntos tras casi 10 años, que vamos a pasar unas navidades con salud y que mantenemos la ilusión por lo que hacemos. Y los dulces que nos acompañaron procedian del Monasterio San Juan Evangelista, de Ciempozuelos (Madrid). Las hermanas clarisas tienen unas manos y un cariño que se saborea en cada pestiño, en cada almendrado, en cada porción de cielo hecha dulce.
Muchas veces pienso que, en realidad, el canto no es mas que una excusa para pasar estos ratos... Además, se trata del único placer, junto con la Música, que, ni es pecado, ni engorda.
Salud para todos los que nos visitáis en este blog, y una dulce Navidad.

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